En Estudio Jurídico Torrente, despacho de abogados en Albacete con más de 35 años de experiencia, defendemos un modelo penal basado en la proporcionalidad, la racionalidad legislativa y el respeto a los derechos fundamentales. Como abogados penalistas en Albacete, consideramos esencial que el Derecho Penal se reserve para aquellas conductas que realmente lesionan bienes jurídicos relevantes, evitando la criminalización de hechos insignificantes.
¿Qué es el principio de mínima lesividad?
El principio de mínima lesividad —también conocido como principio de insignificancia— establece que no debe intervenirse penalmente cuando la conducta carece de entidad suficiente como para afectar de forma significativa un bien jurídico protegido. Desde nuestro enfoque profesional como abogados en Albacete, este principio representa una garantía frente al exceso punitivo, ya que obliga al legislador y al juez a ponderar si un hecho, por leve que sea, justifica una respuesta penal.
El Derecho Penal como última ratio: evitar castigar lo insignificante
Este principio está íntimamente ligado al de intervención mínima, que postula que el Derecho Penal debe actuar como último recurso. En Estudio Jurídico Torrente, como abogado penalista en Albacete, recordamos que sancionar penalmente conductas de escasa lesividad no solo es desproporcionado, sino que puede saturar innecesariamente el sistema judicial.
Aunque países como Alemania han incorporado de forma expresa el principio de insignificancia en sus códigos penales, en España su aplicación se limita a la interpretación judicial, generando tensiones con el principio de legalidad. El artículo 4.3 del Código Penal obliga a los jueces a aplicar la norma vigente, incluso en casos de baja lesividad, salvo reforma o indulto. Esta rigidez normativa provoca respuestas penales desajustadas, especialmente en delitos leves o de escaso impacto social.
Proporcionalidad en la pena: una cuestión de justicia
La proporcionalidad no solo es un principio técnico, sino una exigencia ética. Las penas deben ser coherentes con la gravedad del hecho, y cuando se aplican sanciones excesivas a infracciones menores, se rompe el equilibrio del sistema. En Estudio Jurídico Torrente, despacho de abogados en Albacete, hemos presenciado casos donde el castigo ha resultado más dañino que el propio delito.
Las penas privativas de libertad deben reservarse para situaciones verdaderamente graves. En delitos menores, proponemos alternativas como multas, trabajos comunitarios o programas de rehabilitación, que no solo resultan más proporcionales, sino también más eficaces para la reinserción social.
Aplicación práctica: delitos de baja lesividad
El principio de mínima lesividad tiene una aplicación directa en delitos como hurtos de pequeña cuantía, fraudes menores o infracciones sin afectación real del bien jurídico. Como abogados penalistas en Albacete, defendemos que estos casos no deben resolverse con prisión, sino con soluciones más humanas y útiles, como la reparación del daño o medidas educativas.
Además, la doctrina y la jurisprudencia comienzan a abrirse a esta interpretación. La STC 55/1996 ya advertía que el control de proporcionalidad debe evitar penas desproporcionadas en relación al daño generado. La reforma del Código Penal de 2015 introdujo tímidamente esta lógica al permitir el sobreseimiento de ciertos delitos leves de escasa entidad.
Política criminal moderna: hacia una justicia restaurativa
La justicia penal moderna debe alejarse del castigo automático y acercarse a modelos más humanos y racionales. En Estudio Jurídico Torrente, como abogado penalista en Albacete, abogamos por una justicia restaurativa, que priorice la reparación del daño y la reintegración del infractor sobre la simple retribución.
Inspirados en modelos internacionales como el Bagatellprinzip alemán o las reformas de países hispanoamericanos, defendemos una evolución normativa que permita a los jueces actuar con mayor proporcionalidad. No toda infracción debe convertirse en delito. A veces, el reproche social y la prevención se logran mejor sin recurrir al castigo penal.
Conclusión: no todo debe ser delito
En Estudio Jurídico Torrente, despacho de abogados en Albacete con más de 35 años de experiencia, creemos firmemente que el Derecho Penal debe preservar su función de protección frente a conductas graves, no banalizarse castigando infracciones irrelevantes. El principio de mínima lesividad es un freno legítimo frente al abuso del poder punitivo y una herramienta para construir un sistema más justo y eficiente.
Si necesitas el consejo de un abogado penalista en Albacete, estamos a tu disposición para ofrecerte una defensa jurídica firme, equilibrada y orientada siempre a la proporcionalidad y la justicia material.